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En busca de un final

Ainhoa Irarragorri

CAPÍTULO 19: La conciencia no está tranquila

Lucía está metida en un profundo sueño, pero unos ssuspiros y unos movimientos incesantes en el cuerpo hace que sea evidente su nerviosismo. Quiere despertar pero el sueño no desaparece de ahí, no puede abrir los ojos debe resolver el sueño antes de despertar.

Imagina que continúan el viaje por esa carretera y en la noche algo hace detener el autobús, no se sabe qué es pero todos deben desalojar. Ella y su amigo no saben si permanecer pasivos o esconderse por el bosque, era una ellección difícil pero si se quedaban allí se arriesgaban a ser arrestados de nuevo así que deciden caminar por el oscuro bosque
¿pero dónde les llevará todo esto?

De repente Lucía da un brinco en el asiento y despierta. Está extraña todo habñia parecido tan real...
Era de noche cuando de repente el autobús para en la profunda niebla, ahora no es un sueño ¿ qué estará pasando?

CAPÍTULO 14: La hora de la verdad

El comisario se acerca lentamente, los dos estamos callados y perplejos, apenas se oía la respiración. Él resopla y con una voz estremecedora: " Buenos días señor comisario. Ya me imagino a lo que viene"
Yo pensativa no digo nada prefiero quedarme callada y que hablen ellos.
El comisario se para delante de nosotros y comienza a leer de nuevo todos nuestros derechos, era un tanto extraño porque eso ya nos lo habían hecho antes. Pero esperamos a que terminara y una vez finalizada la lectura replico:

" ¿ Para que nos leeen de nuevo nuestros derechos?
" señorita mejor qe no hable demasiado porque este asunto es bastante complicado y usted está implicada hasta el fondo así que les enviaré a un abogado para que declaren"
" pero señor comisario yo..."
" NO me interrumpa no hay más que hablar"

El comisario se aleja lentatemente y yo encogida de hombros rompo a llorar en una esquina de la celda. ël se me acerca lentemente y me dice que no me preocupe que él contará toda la verdad y todod acabará, cada uno por su lado.
Yo callada no hablaba pero en realidad no era eso lo que yo quería. Ya me había confesado la verdad y era lo que realmente me importaba. Yo no quería abandonarle así que le propuse tramar un plan.

CAPÍTULO 8: EL DESMAYO

CAPÍTULO 8: EL DESMAYO Yo miro perpleja, sin saber qué decir ni qué hacer. Mi voz no puede salir de mi interior, algo me pasa. NO puedo acercarme, la tensión y el nerviosismo me recorren el cuerpo, quieta, parada, con la mirada centrada en su herida. Él me mira, pero no puede hablar su debilidad no le dejaba, sólo oigo un susurro que dice ayuda...En ese momento consigo reaccionar y hecho a correr por el pasillo del tren. Pero no hay nadie, la gente está en sus vagones asustados. Yo sigo mirando hasta que de pronto aparece uno de los revisores del tren. Yo no puedo explicarme, hablo rápido y medio tartaja, así que le cojo del brazo y lo llevo conmigo. LLegamos donde está mi compañero, se encuentra medio desangrado y sin poder acercarme ni unos centímetros caigo desmayada.
Unas horas más tarde despierto en...

CAPÍTULO 5: ¿QUÉ HACER?

Es un momento de duda, no sé qué hacer, algo me dice que me baje de ese vagón pero otra cosa me dice lo contrario. Creo que llega el momenmto de decidir entre la cabeza o el corazón, es la primera vez que me pasa. Es algo extraño, pero ese susurro en mi oído me hace pensar, dudo, dejo divagar mi mirada por el tren, pero nada ni nadie podía ayudarme a decidir.
El chico me mira, me observa, su mirada me penetra pero estoy pausada, inmóvil, no hablo, no me muevo y apenas respiro. Un no se qué me recorre el cuerpo, mi cabeza me dice que baje del tren que esa persona que está a mi lado esconde una cara oscura, algo me oculta pero ¿qué será?´
No podía bajar de allí sin averiguarlo así que decido continuar. Durante un rato...

CAPITULO 3: EL BESO

CAPITULO 3: EL BESO Mi primer beso, ¿qué significa eso para mí?pues en realidad no lo sé, nunca había sentido antes esa sensación. Un cosquilleo recorre mi estómago, una luz brilla en mis ojos, ¿pero qué me ocurre? necesito que alguien me lo explique, no logro entender nada, pero creo que es lo más maravilloso que me ha pasado nunca. El miedo de marcharme de casa, la angustia que sentía dentro se ha esfumado en cuestión de segundos, nada me importa ahora excepto esa persona que me rodea con sus brazos, que me coge de la mano y me susurra al oído esas cosas bonitas que nunca había oído de nadie. Es algo... ese algo que me hace sentir.
No hablamos, sólo nos miramos y me dejo llevar, "las miradas dicen más que mil palabras", eso era algo que me repetía mi madre sin cesar, y ahora lo entiendo.Pero en mi cabeza sigue esa inquietud por saber quién es...¿quién es esa persona silenciosa y cariñosa que me ha hecho sentir ese placer inexplicable?....