CAPÍTULO 10: ¡A LA COMISARIA!
Por unos instantes tengo unas ganas espantosas de salir corriendo, pero no lo hago. ¿Por qué voy a huir? Decido ir al baño a preguntarle qué ha pasado con el revisor del tren.
Cuando llego al hall, abro la puerta del baño y para mi sorpresa me lo encuentro llorando, pero no me da pena, todo lo contrario. Me armo de valor y le pregunto:
- ¿Me vas a contar que ha pasado? Por favor, soy la única persona que conoces aquí, creo que estás metido en un buen lío y me gustaría que me lo contaras. Igual puedo hacer algo por ti.
- Nada, no ha pasado nada Me gritaen un tono furioso.
- Ah no..... y entonces, ¡¡se puede saber por qué llevas la camiseta llena de sangre y una pistola en el bolsillo, si no ha pasado nada¡¡ - le contesté perdiendo los nervios.
Pero en ese momento de discusión una voz grave se asoma por la puerta y nos dice:
Cuando llego al hall, abro la puerta del baño y para mi sorpresa me lo encuentro llorando, pero no me da pena, todo lo contrario. Me armo de valor y le pregunto:
- ¿Me vas a contar que ha pasado? Por favor, soy la única persona que conoces aquí, creo que estás metido en un buen lío y me gustaría que me lo contaras. Igual puedo hacer algo por ti.
- Nada, no ha pasado nada Me gritaen un tono furioso.
- Ah no..... y entonces, ¡¡se puede saber por qué llevas la camiseta llena de sangre y una pistola en el bolsillo, si no ha pasado nada¡¡ - le contesté perdiendo los nervios.
Pero en ese momento de discusión una voz grave se asoma por la puerta y nos dice:
- Quedan ustedes detenidos, no se muevan y no pasará nada.
Ya era lo que me faltaba. Ahora me llevarían detenida a la comisaria .
- Pero si yo no he hecho nada... Contesto asustada al policía.
- Eso me lo tendrá que explicar en comisaria, ¡vamos! Me responde furioso.
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