CAPITULO 22: En el bosque
Algo le estaba pasando. De repente, me entran unas ganas inmensas de correr pero no puedo. Estoy inmovilizada, mis piernas se han paralizado y no me dejan moverme. Los nervios aumentan con el segundo grito de mi acompañante. Nunca me había encontrado en esa situación. Realmente tengo mucho miedo y no se me ocurre nada excepto gritar y llorar....
Mis piernas responden y corro hacia el árbol en el que supuestamente está. Pero allí no hay nadie. Miro hacia los lados gritando por si me puede oir, pero nadie responde, estoy sola y lo peor todavía no ha pasado.. Para mi suerte... Está empezando a oscurecer......
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odette -